lunes, 16 de marzo de 2009

ToroPasión


Estuve en Navalcarnero (Madrid) viendo un espectáculo taurino de recortadores.
Estos tipos se juegan la vida en cada pase. No hay capotes, ni pullazos, ni banderillas, ni estoque, solo hombre contra animal. Son acróbatas retando a un bicho de 600 kilos. El toro no sufre ningún daño ante estos chavales cuya única arma es su habilidad y su sangre fria. Es el toreo a cuerpo limpio, el primer toreo que se conoce. Un arte centenario que debería estar más reconocido en nuestros días.
Me pusieron la piel de gallina en cada recorte, en cada quiebro, en cada salto. Sentimiento, emoción y miedo, algo que no me hacen sentir la mayoría de los toreros que ganan millones.
Estela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario